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lunes, 3 de junio de 2013

La foca monje es uno de los diez mamiferos con mayor peligro de extinción del mundo.



La colonia de Foca Monje de la península de Cabo Blanco ((Marruecos/Mauritania), la única que queda en el mundo, fue descubierta en 1945 por el español D. Eugenio Morales Agacino. Actualmente se está recuperando gracias a las eficaces medidas de conservación desarrolladas y cuenta con alrededor de de 200 focas y más de  50 nacimientos al año.

"Sofia" la primera foca monje nacida en la playa en el año 2009
La colonia de foca monje más importante que queda en el planeta ha vuelto a batir la marca de nacimientos este año con 51 crías. Situada al norte de cabo Blanco, en una zona fronteriza entre Marruecos y Mauritania, ha mejorado sus resultados del 2006, cuando fueron 48 los neonatos 
registrados, según Miguel Angel Cedenilla, uno de los biólogos españoles de la Fundación CBD-Habitat que investiga este animal.
La especie (Monachus monachus) sufrió un revés en 1997. Una mortandad masiva debida a una marea roja redujo la población en dos tercios -quedando vivos sólo 100 individuos, subadultos en su mayoría - pero se está recuperando. Se calcula que la colonia tiene actualmente alrededor de 200 ejemplares, según el control que llevan los científicos españoles, junto a un grupo de conservación mauritano que dirige Hamdi Ould M'bareck.

Área de distribución
 

El área de distribución original de este mamífero marino abarcaba todas las aguas costeras del mar Mediterráneo y sus inmediaciones atlánticas: islas Canarias, Madeira, Sahara occidental y Mauritania. Sin embargo, actualmente, su población está muy mermada y sobrevive en lugares concretos de su antigua área de distribución. Aunque no se conoce con exactitud, en la actualidad la población mundial se estima entre 400 y 500 ejemplares distribuidos principalmente en tres zonas geográficas: el Mediterráneo oriental (en las islas griegas y turcas, con unos 200 ejemplares); el Mediterráneo occidental (Argelia y Marruecos, con un máximo estimado entre 20 y 50 ejemplares), y el Sahara occidental (unos 200 individuos).Hasta hace pocas décadas, la foca monje aún estaba presente en todas las costas españolas. Antaño era una especie abundante que llegó a tener colonias de varios miles de ejemplares en lugares como la isla de Lobos, en Fuerteventura. Narran las crónicas que los navegantes de los barcos, antes de cruzar el Atlántico hacia las Américas, se detenían allí para cazar focas y con ellas hacer provisión de aceite y carne.

¿Cuáles son las causas que la han abocado a la inminente extinción?

Desde hace unos treinta años se viene anunciando la regresión de la especie. La crónica de la foca monje es la de una extinción anunciada. Mientras tanto, la población ha ido disminuyendo dramáticamente y ha desaparecido de las costas españolas ante la incapacidad e indiferencia de nuestra Administración y de sus técnicos, que nada han hecho por evitarlo.

Son varios los factores que han causado la regresión de la especie:


  • La persecución por el hombre
  • La contaminación del Mediterráneo
  • La presión humana sobre las costas
  • La sobrepesca y el agotamiento de los recursos
De todos ellos, la persecución directa es sin duda alguna la principal causa de la disminución.

Los trabajos de recuperación.


El principal obstáculo para establecer medidas generales encaminadas a la recuperación de la especie, consiste en la divergencia de opiniones entre los distintos grupos de trabajo. Desde hace años se habla de cría en cautividad, traslado de ejemplares a zonas protegidas para establecer nuevos grupos de población, traslado de cachorros a centros de recuperación, etc.