Aisha Bibi es una mujer afgana que tan solo siendo una niña fue mutilada el por su esposo, en cumplimiento de un castigo ritual ordenado por un líder talibán. Según la cultura pashtun, cuando un marido es avergonzado por su esposa, es como si perdiera la nariz, por lo que se impone un castigo recíproco.
“Cuando me cortaron la nariz y me rompieron los tímpanos me desmayé. En medio de la noche me sentía como si tuviera agua fría en la nariz. Abrí mis ojos y yo ni siquiera podía verme el rostro de toda la sangre que me lo cubría”, dijo Aisha. Ella fue encontrada por unos trabajadores humanitarios que la llevaron a un refugio secreto para mujeres víctimas de la violencia, donde vivió los últimos meses.
Ya tiene 22 años, pero a los 12 su padre la obligó a casarse con un soldado talibán. Este la sometía sexualmente y la mandaba a dormir en un establo. Huyó para huir de los golpes pero fue recapturada y como castigo le cortaron la nariz y le rebentaron los tímpanos. Tras semejante tortura logró escapar a Kabul y más tarde a los Estados Unidos.
Luego de la publicación en una revista, la joven logró viajar a Los Ángeles con la ayuda de la Fundación Grossman Brun para recuperar su aspecto.
Hace poco la joven mostró su nueva cara durante la entrega de los premios Enduring Heart, de esa organización. La joven sonrió durante todo el evento, mostrando su nuevo y bonito rostro.
Este es su nuevo rostro en la actualidad. Verdaderamente sorprendente.
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