jueves, 8 de noviembre de 2012

Mientras aquí les subvencionamos mezquitas y les damos de comer, los musulmanes queman vivos a los cristianos de Nigeria

Así es como nos agradecen los musulmanes que los acojamos en Occidente cuando no tienen más que arena para llevarse a la boca. Mientras aquí les subvencionamos mezquitas y les cubrimos gastos asistenciales, allí matan a machetazos y queman vivos a los cristianos. Si, has leído bien, matados a machetazos y otros quemados vivos.
La semana pasada, una revuelta musulmana en Nigeria provocó la muerte de más de 500 cristianos. Todo fue a causa de la victoria del candidato cristiano a la presidencia. ¿Nadie se pregunta porque estas masacres contra los cristianos ocurren allí y no aquí? Simplemente porque los musulmanes son mayoría. Del mismo modo ocurriría en España si los cristianos fuésemos una minoría: seríamos discriminados y acaso asesinados en nuestra propia tierra.
Musulmanes nigerianos se dedicaron a asesinar a machetazos a todo cristiano que encontraban son saña infinita. Para los advenedizos, que en Occidente siguen siendo legión, habrá que rememorar el Versículo 191, sura II del Coran: “Y matadles dondequiera que los encontréis, y expulsadles de donde os hubieran expulsado”. Es decir, que los matarifes nigerianos no hicieron otra cosa que seguir al pie de la letra las instrucciones de su libro sagrado y el de millones de musulmanes residentes en Europa. Para muchos de ellos, matar a un cristiano es imperio divino, aunque la casta entreguista europea simule no enterarse.
Ocioso es que recordemos aquí y ahora la cantidad de millones de euros que se detraen de las magras arcas del Estado para proporcionarles sanidad gratuita, enseñanza gratuita, ayudas gratuitas y hasta subvenciones para que puedan pagar el alquiler. Nunca harán nada por revertir su odio al Occidente cristiano en agradecimiento. Su obsesión es la conversión de Europa y Occidente al universo de fanatismo, fatalismo, pobreza y terror que ellos defienden. Ahorremos esfuerzo en convencernos de otra cosa. Para muchos de nuestros vecinos musulmanes, la vida de un cristiano vale menos que la de un camello. Sueñan con la destrucción de nuestra forma de vida y la entronización del islam sobre las cenizas de todos los españoles muertos en su lucha contra Al Andalus.